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Para la mayoría de las mujeres no ha sido fácil recibir un diagnóstico de vulvodinia. Un estudio de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, indica que el 40% se queda sin diagnóstico, aún después de haber sido examinadas por médicos. El ginecólogo Andrew Goldstein, director del Centro de disfunción vulvovaginal en Washington y Nueva York, dice que en promedio una mujer va con siete doctores antes de encontrar al que puede tratar la vulvodinia. Esto resulta que el proceso de búsqueda tarde más tiempo, ocasionando una enorme frustración en la paciente. Lo primero que siempre recomiendo es que no te desesperes, es mejor esperar un poco más hasta dar con el bueno. Mereces un médico que te escuche y que sepa tratarte bien.

Diágnóstico

El diagnóstico de vulvodinia es por exclusión. Primero se tiene que hablar exhaustivamente del historial médico de la paciente, y se hacen preguntas sobre los síntomas. El ginecólogo debe examinar cuidadosamente la vulva, la vagina y las secreciones vaginales para descartar una infección activa o un trastorno de la piel. Posteriormente, se deben realizar cultivos para infecciones bacterianas. En algunas ocasiones, también se recomienda hacer un examen de sangre, para evaluar los niveles de estrógeno, progesterona y testosterona en la mujer. Después se hace una prueba con un cotonete de algodón, donde el médico va presionando suavemente varios puntos de la vulva. Así, se puede identificar la gravedad del dolor y reconocer la locación exacta. Si cualquier área de la piel parece sospechosa, se hace una biopsia.

INFORMACIÓN RESPALDADA POR LA NATIONAL VULVODYNIA ASSOCIATION (NVA).