La comunicación es muy sexy

No existe una fórmula perfecta o una guía para hablar sobre la vulvodinia con la pareja. Es un tema único y muy personal. He tenido tres novios (muy diferentes) desde que empecé con mis síntomas, y con los tres han sido conversaciones muy distintas. Con mi novio de ahora, la plática la tuve en nuestra primera date. Algo que jamás tenía pensado hacer. Lo que sí es importante mencionar es que la plática no es de una vez y ya. Cuando hablamos de sexo, entre más hablemos es mejor. Lo mismo pienso del dolor vulvar. Entre más lo hablemos y lo empecemos a normalizar, mejor. La práctica hace al maestro. Ley de vida.

Entiendo perfectamente la frustración que se genera con el sexo a raíz de la vulvodinia. Yo la viví, y por mucho tiempo. El miedo a buscar a pareja, miedo al rechazo, miedo al abandono, contaminaban mi mente todos los días. Después de mucho trabajo de terapia, tanto física como emocional/sexual, fue cuando entendí que sólo son pensamientos normales, pero no es la realidad. Cuando logré entender que mi dolor no me define como persona, fue cuando empecé a salir con hombres otra vez. Cuando logré aceptar que mi dolor no puede privarme de disfrutar mi vida sexual, fue cuando empecé a conocer mejor mi cuerpo y mi placer, y eso me ha dado las herramientas para poder expresar mi sexualidad libremente.

¿Cómo empezar a hablar de la vulvodinia?

Lo primero que yo hice fue aceptar mi condición, reconocerla, y decirle por su nombre. Después, con la ayuda de un psicólogo/psiquiatra/sexólogo descubrí muchas maneras, y distintos escenarios, para abordarlo sin vergüenza y con seguridad en mi misma. Algo que he aprendido (aunque no ha sido fácil) es incluir a mis parejas en el proceso. Es mucho más fácil aislarse y quedarse callada. A veces se piensa que incomodamos. No queremos que otros carguen con nuestro dolor. La vergüenza nos calla. Les digo por experiencia, ese no es el camino. La comunicación, mucha comunicación, es el camino. Talk is sexy!

Pregúntate esto, si tu pareja estuviera en tus zapatos, ¿lo apoyarías? Mi respuesta es por supuesto que sí. Si las cosas fueran al revés, a mí me gustaría estar enterada, sentirme incluida, y tener la información necesaria para poder comprender mejor lo que está viviendo el otro. Sé que duele mucho decir esto pero las parejas que no tienen la capacidad para tener empatía y comprender el dolor crónico, no son las personas adecuadas para nosotros. No pierdan su tiempo con alguien así.

El sexo nos pone en situaciones muy vulnerables, donde nos exponemos y desnudamos también el alma. Nos da miedo el juicio y lo que vayan a pensar de nosotros. Recuerden que esto le pasa a todos los seres humanos, con o sin vulvodinia. La comunicación sexual es básica en cualquier relación de pareja, y la única forma de empezar es hablando. Un tip que me ha servido mucho es tener información a la mano, ya sea artículos, videos, podcasts, pues sirven de apoyo para empezar a poner la conversación sobre la mesa. Vuelvo a repetir, la práctica hace al maestro.

Les quiero compartir dos oraciones que me gustaría que repitan todos los días.

  1. Si existen mujeres y hombres lo suficientemente maduros, empáticos, y con toda la capacidad para lidiar con mi vulvodinia.

    ¡CREANME, SÍ EXISTEN!

  2. El sexo no sólo es penetración pene/vagina. El sexo no sólo es penetración pene/vagina. El sexo no sólo es penetración pene/vagina. Hay muchas otras maneras de dar y recibir placer. Descubrirlas, tanto sola como con la pareja, puede llegar a ser mucho más divertido y satisfactorio que la penetración.

Pame Clynes