Disminución de la libido: uno de los tipos más comunes de disfunción sexual en las mujeres

Antes de usar términos como “mujeres frígidas”, o “mujeres apretadas”, para describir a las mujeres que no quieren tener relaciones sexuales, pongamos la conversación sobre la mesa y conozcamos mejor lo que significa la disminución de la libido y el impacto que causa en la vida de las mujeres. A cualquier mujer, de cualquier edad le puede pasar en algún momento de su vida, y aunque obvio a los hombres también les pasa, el sexismo que se proyecta ante nosotras puede llegar a ser muy frustrante, pues durante siglos este tipo de términos se han catalogado dentro de un “nicho femenino”. Digo, ¿alguna vez han escuchado a alguien (sobre todo los medios) mencionar algo sobre “hombres frígidos”?, porque yo nunca. Pongo lo de nicho entre comillas porque ya no podemos permitir que se siga hablando de los temas de salud de las mujeres como si fuéramos minoría cuando representamos el 50% de la población.

Pero no voy a hablar de los hombres, hoy quiero dedicar este artículo a darle voz a uno de los tipos de disfunción sexual más común en las mujeres. Lo que en medicina se le conoce como trastorno de deseo sexual hipoactivo (TDSH), o la disminución de la libido.

Antes de empezar me gustaría compartir el significado de frigidez y su origen, porque claramente no tenemos ni idea. Cuando les pregunté a mis amigos que me dijeran lo que conocen al respecto, esto fue lo que contestaron:

“Mujer apretada”, “que no quiere sexo”, “que no puede tener un orgasmo”, “que no hay deseo sexual”… respuestas que seguramente aparecen en el board de 100 mexicanos dijeron.

Un poco de historia

Bueno, primero, la palabra ‘frígida’ viene del Latín frigidus, equivalente al frío; a la frialdad. Dentro del contexto en referencia a la mujer y su sexualidad, empezó a recibir popularidad en el siglo XIX. Los médicos y anatomistas de la época usaban este término para referirse a las mujeres que se quejaban de dolor sexual con sus esposos. De hecho, ellas tenían la culpa si sus esposos las abandonaban porque no “cumplían” con su deber de dar placer, y también las culpaban si sus esposos eran impotentes. ¿Ahora entienden porque las mujeres nos sentimos culpables por todo? Estos tintes de culpabilidad son parte del día a día de la mujer. Nos sentimos culpables de decir que no al sexo, porque “pobres hombres”.

Así como pasa con los cuentos, los mitos, las leyendas, las historias, las teorías… la reinterpretación es un fenómeno cultural, pues pasamos de decirle “frígida” a una mujer que padecía de dispareunia (dolor sexual), a decirle “frígida” a una mujer que no quiere sexo.

Pero, ¿por qué una mujer no quiere sexo?

Una pregunta que tiene miles de respuestas, pero hoy me enfocaré en cuando una mujer no tiene pensamientos ni deseos sexuales, y la carencia de esto le genera un impacto fuerte en su vida en general. Lo que conocemos como la disminución o ausencia de libido.

Red flags

  1. Cuando disminuye significativamente el interés en cualquier tipo de actividad sexual.

  • incluye la masturbación

2. Cuando existe inquietud, preocupación, ansiedad, estrés, depresión… por la falta de apetito sexual.

3. Cuando hay carencia de fantasías sexuales.

¿Cuáles pueden ser las causas?

  • Si estás viviendo algún tipo de enfermedad, o en el proceso de recuperación.

  • Porque hay dolor con la penetración durante las relaciones sexuales.

  • Por los side effects de ciertos medicamentos, antidepresivos, ansiolíticos.

  • Porque las hormonas son perras: ciclos menstruales, perimenopausia, menopausia, embarazo, posparto, lactancia, entre otras.

  • Por el impacto en tu salud mental: depresión, trastorno de ansiedad.

  • Por algunas cirugías como la histerectomía (si me preguntan, ya deberían de cambiarle el nombre a esta; quitarle la palabra histeria).

  • Por PTSD: trauma o antecedentes de abuso sexual.

  • Problemas de autoestima e imagen corporal

  • Exceso de alcohol puede influir

  • El estrés siempre influye

  • Fatiga crónica

  • Problemas de pareja

Desde cambios en el estilo de vida, actividades del día, hasta medicamentos que cambian la neuroquimica en el cerebro y aumentan las hormonas sexuales, la lista para tratar la disminución de la libido puede variar en cada persona. Hablando desde mi experiencia con disfunción de piso pélvico, y también con depresión y trastorno de ansiedad, la mejor forma de tratar esto es recibiendo un enfoque multidisciplinario. Como siempre les he platicado, cada mujer es única, cada cuerpo es diferente. Puede que una persona solo necesite ir a terapia y así resolverlo, pero en otros casos se necesite tomar estrógenos. Aunque hay mujeres que no pueden tomar estrógenos. Y, otras descubrimos que necesitamos la combinación de varios tratamientos para que funcione.

El primer paso siempre es romper el silencio y buscar ayuda

El centro de desórdenes vulvovaginales (CVVD) en Washington y Nueva York menciona que se necesita una evaluación completa, fisiológica y psicológica, de la persona. Incluye análisis extenso de sangre hormonal, y mucha mucha mucha comunicación entre paciente y doctor. Que no te de vergüenza hablar de esto. La salud sexual es salud, y no estás sola. Nos pasa a más mujeres de lo que creemos.

¡Te leo, te siento, te escucho, te entiendo, te creo!

Con cariño,

Pame

Esta publicación, así como todo el contenido en este espacio, es completamente informativo, es decir, no tiene la intención de sustituir atención médica. Este espacio no ofrece asesoramiento médico personal. Las acciones médicas son responsabilidad de cada quien.


Pame Clynes