Mitos del dolor crónico

Existen muchas ideas erróneas sobre el dolor crónico. Hoy en día todo mundo tiene una opinión, y junto con Google es muy fácil adoptar la mala costumbre del autodiagnóstico. ¡Nos encanta automedicarnos! Digo, todas conocemos una persona en nuestras vidas que usa religiosamente los aceites esenciales para sanar lo que sea. Ojo, yo no soy quien para decirles si son buenos o malos. Yo no sé si realmente ayudan a aliviar ciertos síntomas, o si son placebo. Pero, lo que sí estoy segura es que no son la cura para un desorden vulvovaginal, y que nunca nunca debemos usarlos en nuestras vulvas. Las probabilidades de que te quemen la vulva son muy altas. Sorry to burst your bubble, pero Doterra no te va a curar. ¡No caigas! Y, por piedad, no gastes tu dinero.

La realidad es que se conoce muy poco sobre los tratamientos para el dolor crónico en general, siendo este una baja prioridad para el sistema de salud (global), y por ende, carecemos de especialistas en manejo de dolor. Como pacientes tenemos poco acceso a su conocimiento y por lo mismo, en especial las mujeres, escogemos aguantar nuestro dolor en vez de reportarlo. Muchas veces es más fácil no quejarse, no incomodar, no causar conflictos, pues así nos enseñaron. Aprendimos a quedarnos calladas.

También es muy común que muchas mujeres prefieren no ir al doctor por miedo a ser juzgadas. Después de varios intentos, en donde supuestamente estás en un espacio seguro, y te están diciendo que estás loca y que tu misma estás ocasionando el dolor, es completamente entendible no querer regresar. Been there!

Hoy te comparto algunos mitos sobre el dolor crónico que juntas podemos empezar a desmitificar. Como siempre, mi intención es ofrecer conocimiento que nos ayude a romper el silencio más fácil y desde un lugar de fortaleza. Acuérdate que la información nos da poder.

Algunos mitos sobre el dolor crónico

  • Las personas que viven con dolor crónico no quieren recuperarse

¡Esto es una mentira! A veces pasa que los mismos doctores se frustran de no encontrar una solución, y su respuesta es decirnos que nosotras no estamos haciendo el “esfuerzo suficiente” para sentirnos mejor. De hecho, hay un término (o jerga) entre la comunidad médica, en inglés le llaman secondary gain, que habla de los “beneficios” que obtienen los pacientes por su dolor. Dicho de otra forma, dicen que utilizamos el dolor como excusa para todo y por eso no queremos sanar. Se me hace tan injusto e insensible que se piense así. Me atrevo a decir que nadie con dolor en la vulva está exagerando su malestar. Ninguna mujer con endometriosis es una persona “floja” que no quiere hacer nada de su vida. El dolor sí nos limita, y sí nos impide hacer muchas cosas, y aun así habemos miles de mujeres que seguimos trabajando, saliendo, cuidando hijos, y al mismo tiempo sufriendo en silencio.

  • Si tu dolor no tiene explicación significa que hay algo mal en ti

Seguramente en algún momento te han dicho que no existe una explicación médica para tu dolor. Y, lo más probable es que te hagan creer que tu dolor es solamente emocional, o que no es real y que te lo estás inventando. El dolor sí existe, si es real, y es importante saber que es una experiencia única y muy personal, pues nadie lo vive igual.

  • El dolor significa que es algo emocional siempre

La pregunta del millón: ¿No será algo emocional? Lo único que hay que saber es que el dolor es subjetivo. Involucra tanto el cuerpo, como la mente y las emociones. Todo está conectado, por lo que decir que el dolor es solamente algo emocional, especialmente de un médico, es bastante irresponsable. Pero sí, en algunos casos, el dolor crónico puede causar ansiedad y depresión, por lo que siempre recomiendo la ayuda de terapia psicológica para poder sobrellevarlo.

  • Los doctores saben más de tu dolor que tu

Hay un meme que me encanta (se comparte mucho en comunidades de enfermedades autoinmunes), que hace referencia a una conversación típica entre doctor y paciente sin diagnóstico.

El Doctor le dice: “No compares mis 10 años de estudios con tus 10 minutos de búsqueda en Google sobre tu condición.”

El Paciente le contesta: “No compares mis 10 años de vivirlo, con la plática de 10 minutos que te dieron sobre mi condición”.

Llevo nueve años con mi vulvodinia, por lo que he conocido a MUCHÍSIMOS ginecólogos en México. Con la mayoría tuve experiencias horribles, y después de muchos años, por fin encontré un equipo que tuvo la humildad de reconocer que yo sabía más sobre la vulvodinia que ellos. ¡Claro que sí! Al final del día, nosotras somos las que vivimos con el dolor. Creo que hoy en día, es indispensable que la relación doctor-paciente sea una relación de hacer equipo.

  • Mantener pensamientos positivos es lo que te va a curar

No siempre podemos mantener una actitud positiva y no tiene absolutamente nada de malo. La positividad tóxica está súper de moda. Hay mucha gente que se dedica a negar, o a minimizar las emociones de los demás. Esas personas que te contestan con frases como “no exageres”, “todo pasa”, “hay gente peor que tu”…

No te sientas culpable. Los pensamientos negativos también son parte de la vida, simplemente hay que aprender a que no nos controlen. Está bien sentirlos, reconocerlos, identificarlos… pero por experiencia personal, te comparto que mi camino hacia la sanación ha sido mucho más gratificante desde que empecé a hacer ejercicios de meditación, y de respiración, para aprender a vivir más en el presente. Obvio no lo tengo dominado. Es una práctica de todos los días, y a veces claro que se me olvida hacerlo, pero cuando si lo logro me siento mucho mejor.

  • Tienes que aprender a vivir con el dolor

¡No! Aprender a vivir con el dolor, no, pero si descubrir cómo lidiar con él, y de la mejor forma posible para que no afecte tu calidad de vida. Puede ser un proceso largo encontrar los tratamientos que te sirvan, sin duda es una práctica de prueba y error, y sé que todo el proceso puede llegar a ser muy desgastante. Lo que a mí me sirvió en esos momentos de búsqueda fue entender que la vida me puso esta prueba durísima para aprender a ser una persona más paciente.

Hey, no estás sola. Tu dolor no está en tu cabeza. Tu dolor es tan real como el dolor de un brazo roto.

No permitas que alguien te haga creer lo contrario.

Siempre con cariño,

Pame

*Esta publicación, como todo el contenido en este espacio, es completamente informativo. La información que se ofrece no tiene la intención de sustituir atención y/o asesoramiento médico.

Pame Clynes