El miedo más grande de la cuarentena es engordar. Lo que menos debería de importar en estos momentos.

En estos días he pensado mucho en cómo puedo distanciarme de todo el contenido gordofóbico que vemos en redes sociales, o en los chats de amigos y familia. Para los que no saben, la gordofobia es un sentimiento de repulsión o desagrado hacia personas que se consideran “gordas” porque no siguen el prototipo de belleza de delgadez; esto transforma en rechazo, burlas, violencia física y verbal. 

Para mí, ha sido muy frustrante ver la cantidad de mujeres haciendo sus workouts caseros, y compartiendo tips de “dietas”, de qué sí y no “debemos” comer, etc. Me frustra aún más saber que cuando esto acabe, todo va a estar enfocado en tener que bajar los kilos que subiste durante el encerrón.

Esos chistes y memes sobre el subir y/o bajar de peso durante la cuarentena, pueden detonar conductas de riesgo alimentarias. Entiendo que es válido, y sano, reírse en estos momentos difíciles. Y, es aún más divertido cuando nos reímos de uno mismo, pero hay que tener cuidado con lo que compartimos y con lo que les decimos a los demás.

Sin duda, el humor negro en el mundo está teniendo un nuevo significado. Por ejemplo, yo no puedo dejar de hablar/reír/llorar/ sobre Joe Exotic, y la serie documental Tiger King en Netflix. Pero bueno, esa es otra historia. El punto es que todos estamos haciendo lo mejor que podemos, con lo que tenemos. Reconozco que estoy hablando de un lugar privilegiado. 

La combinación de aislamiento, soledad, miedo, cambio de estructuras, rutinas… justo son un detonador en una persona con conductas  alimenticias. Ya les he platicado antes de Daniela Corcuera, una de mis mejores amigas quién es psicóloga Gestalt, y justo se está especializando en desórdenes alimenticios. Con ella platico muchísimo sobre este tema, que me ha enseñado mucho a manejar mi propio desorden. 

Ahora más que nunca necesitamos esa ayuda para lidear con estas conductas en tiempos de incertidumbre. Tenemos mucho tiempo para pensar, overthink, y para obsesionarnos con cualquier cosita, como estar más atentos con nuestros “defectos”, y lo que nos disgusta de nuestros cuerpos. Lo que hace más difícil mantener una actitud positiva.

Hablando desde mi historia personal con Dani, me es muy fácil saltarme las comidas, o dejar de desayunar por ejemplo. Lo que resulta después en atracones, de total descontrol, como cuando te zampas un bote de Nutella en una sentada, y ni cuenta te das de lo que está pasando. Ella menciona que es como si fueras un robot en automático. No existe un mindful eating, es decir, comemos sin pensar y nos vale madres. Seguido a esto aparece esa voz interna que te recuerda las culpas y la vergüenza. La reacción a esto es de una conducta compensatoria (saltar comidas, dejar de comer por completo, hacer tres horas de ejercicio, tomar un diurético…).

Sé que no estoy sola en esto, y que millones están viviendo lo mismo o algo similar. Por lo que me parece muy importante compartir el mensaje de Daniela: enfócate 100% en la AUTOCOMPASIÓN. 

  • No pasa nada si comes más en estos momentos

  • Cuando comes de más, sí mereces comer mañana

  • No seas tan dura contigo misma

  • No eres una mala persona

  • No te tiene que dar vergüenza

  • No somos perfectos

  • No merecemos un auto castigo

Lo más valioso en estos momentos es priorizar nuestra salud mental, y de darnos el permiso de comer lo que queramos. “De por sí estamos viviendo mucha ansiedad, como para todavía tener una regla para la comida. Aunado a esta situación que genera muchos sentimientos, no te sumes el “deberías de”. Dani también habla mucho sobre el cuestionarnos la mentalidad de “dieta”. Como sociedad aprendimos desde muy niños a creer que subir de peso es “malo”, y bajar de peso es “bueno”. Este discurso es muy tóxico, y lo tenemos que empezar a cambiar. 

Merecemos comer. No podemos dejar de nutrirnos ni de cuidarnos por un castigo. Hay que confiar en la sabiduría de nuestro cuerpo y no olvidar que la comida es nutrición. 

Recordatorio del día: 

Cualquier cosa que decidas comer, no cambia lo que vales como persona. 

Eres fuerte, resiliente y capaz.

Otros tips esenciales: 

  • Disminuye o evita lo que ves en redes sociales en relación a esto.

  • Deja de seguir cuentas tóxicas. Los memes en relación a la gordophobia son muy dañinos.  

  • Apaga las noticias y prende tu switch de self-care. 

  • Además de la comida, enfócate en otros recursos como escribir, meditar, hablar con alguien…

Si estas buscando una red de acompañamiento, para no sentirte sola en estos momentos sigue la cuenta en Instagram @comamosjuntxs. 

Pame Clynes