20 cosas que debes saber sobre el dolor crónico en la vulva

La vulvodynia es una enfermedad de dolor crónico vulvar que no tiene una causa definida. Llevo cinco años padeciéndola en silencio porque tristemente en nuestro país no se conoce muy bien. De hecho, todavía hay doctores en México que no saben qué es y por ende cómo tratarla.


El año pasado escribí esta nota para Buzzfeed México, en la que platico 20 puntos importantes que tienes que saber de esta condición, y cómo afecta la calidad de vida de las mujeres.


1. Le puede pasar a cualquier mujer de cualquier edad


Hasta el día de hoy, no se conoce una causa específica ni qué es exactamente lo que detona el dolor vulvar, pero ni la edad ni la raza son factores que influyen.


2. Existen dos tipos de vulvodynia


General: cuando el dolor ocurre de una forma espontánea y puede ser constante, aunque también puede haber algunos momentos de alivio.


Provocada: cuando el dolor ocurre sólo si se toca o presiona toda o partes del área vulvar.


3. Cada cuerpo es diferente, cada mujer es distinta


El dolor puede variar, aumentar o disminuir durante el día o la noche. Por ejemplo, si estás sentada mucho tiempo en la misma silla, con las relaciones sexuales, al insertar un tampón, o también si usas pantalones o jeans muy apretados. Depende de cada cuerpo.


4. No tiene cura


Aunque no hay una cura todavía, sí existen varios tratamientos que van enfocados a disminuir el dolor. La combinación de varios es lo que se recomienda y así estar seguros de qué es lo que le funciona a cada persona. Recuerden que lo que me funciona a mí, puede no responder de la misma forma a alguien más.


5. Ojo, NO se transmite por vía sexual


Para los que tienen la duda, la vulvodynia NO es una infección activa y NO es una enfermedad de transmisión sexual.



6. ¿Qué se siente?


La mayoría de las veces se confunde con una infección vaginal porque los síntomas son parecidos. Ardor, quemazón, pulsaciones o palpitaciones en la vulva son los más comunes. Muchas mujeres describimos el dolor como si te estuvieran quemando por dentro o si te echaran ácido en la vagina.


7. Pero entonces, ¿de dónde viene el dolor?


Una de las posibles causas tiene que ver con el sistema nervioso. Cuando el nervio pudendo (nervio que se encuentra en la región pélvica) se daña o se lastima, su anatomía cambia, se contrae y eso genera un especie de trauma. Lo que hace que al cerebro le lleguen señales de dolor en vez de señales de placer.


8. ¿Cómo sé si yo sufro de esto?


Primero se tiene que descartar que en efecto no sea una infección. Se hacen cultivos vaginales y biopsias para estar seguros. Si los estudios salen negativos, el ginecólogo te revisa con un q-tip y va tocando toda el área para saber la locación precisa del dolor. El color de la piel es diferente, un poco más rojiza y se ve muy irritada.


9. El “dream team” que se necesita


Como no es sólo una condición ginecológica, muchos expertos recomiendan un enfoque multidisciplinario. De preferencia se tiene que buscar a un ginecólogo que sea especialista en vulvología. Por su condición neuropática, es importante que te revise un neurólogo también, un especialista en manejo de dolor y un fisioterapeuta. Hay casos de vulvodynia que tienen que ver con alguna anomalía en la piel. Las mujeres que se irritan fácilmente y contraen infecciones crónicas pueden apoyarse de un dermatólogo.


10. ¿Cómo se trata?


Ningún tratamiento es el adecuado para todas. El chiste es probar de todo y ver cuál es el mejor para ti. Estos son los tratamientos que hay para tratar la vulvodynia.


-Bloqueo nervioso

-Inyecciones de Botox en la vagina

-Antidepresivos tricíclicos o anticonvulsivos

-Pomadas o cremas a base de estrógeno

-Pomadas o cremas a base de anestesia, como la Xylocaína

-Terapia y rehabilitación de piso pélvico

-Acupuntura y medicina alternativa


11. Remedios caseros


Lo primero que yo hice fue discontinuar cualquier tipo de jabón o producto de higiene femenino que contiene perfume o sustancias que irritan a la piel. Las compresas calientes o frías ayudan a aliviar el dolor, en especial después de las relaciones sexuales. Es indispensable usar calzones y toallas sanitarias 100% de algodón y dejar de usar tampax. Si vas a nadar, trata de no estar con el bikini húmedo mucho tiempo, lo mismo después de hacer ejercicio. Es mejor estar seca para evitar contraer infecciones que aumenten el problema. Si estás sentada mucho tiempo en el trabajo, lleva un cojín para la silla.


12. ¿Qué hay del sexo?


Sí es doloroso no les voy a mentir, pero es posible. Lo que realmente importa es tener una pareja paciente, cariñosa y open minded. Si algo he aprendido es que NO es NO, a veces no se puede y ni modo. Hay otras maneras de dar y recibir placer. Y, mucho foreplay es básico. También pueden encontrar en Amazon unos dilatadores magnéticos que ayudan a relajar el músculo pélvico.


13. El aceite de coco es mi mejor amigo


El mejor lubricante del mundo es el aceite de coco, orgánico obvio. Es antiséptico, antibacterial, funciona como calmante, se absorbe muy rápido y además huele rico. ¿Qué más quieres?

14. Se le llama enfermedad silenciosa


La razón número uno por la que no se conoce mucho de la vulvodynia es porque las mujeres nos quedamos calladas, ya sea por pena, por tabú sexual o por falta de información. Y sí, también hay muchos doctores, sobretodo aquí en México, que no están actualizados ni capacitados para tratar esta condición.


15. ¿Cuántas mujeres la padecen?


En Estados Unidos están registrados 6 millones de casos de vulvodynia y en Canadá hay entre 330, 000 hasta 2.4 millones de mujeres que sufren de dolor vulvar. Más adelante les podré dar la estadística para México.


16. El ejercicio es un detonante


Las bicis son el enemigo. Adiós a las clases de Siclo, de spinning y todas esas nuevas modas. Les recomiendo mejor hacer yoga o pilates.


17. Terapia necesaria


Como la vulvodynia afecta a nivel emocional, así como la vida sexual de las mujeres, es importante tener un psicólogo o sexólogo de cabecera. Y si pueden empezar a meditar, es muy buen ejercicio de respiración y relajación. Hay una app que se llama Head Space, tiene meditaciones para el dolor crónico.


18. Medicina alternativa


Es buena idea también probar otras técnicas como la acupuntura. Los efectos de anestesia de las agujas van directo al sistema nervioso y conectan las vías neuronales del cerebro con el cuerpo. Además, después de cada sesión sales como si estuvieras flotando.


19. Di NO a los antibióticos


Alguna ves leí un libro que me lo dejó muy claro. El ego de los doctores es tan grande, que muchas veces prefieren decirte que tienes otra cosa, con tal de no decir que no saben. Es más común de los que creemos que receten antibióticos para infecciones a lo tonto y eso resulta peor y no ayudan en nada.


20. Rompe el silencio


@peacewithpain es la primera plataforma en México destinada a apoyar a las mujeres que sufren de vulvodynia. Es un espacio de confianza para que puedan acercarse y sentirse cómodas de expresar y platicar lo que sienten. Contando mi historia busco ayudar y encontrar quién nos trate aquí en México.


Pame ClynesComment