Síntomas vulvovaginales: normales y anormales

Cada cuerpo es único, cada mujer es diferente. Todas las vulvas son distintas. A veces es difícil distinguir entre lo que es normal y lo que no. La National Vulvodynia Association (NVA) me compartió un resumen para entender mejor la diferencia en las características vulvovaginales.

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Piel y texturas de la vulva


  • Los labios mayores protegen las partes internas de la vulva y el color es similar al de tu color de piel. Están cubiertos de pelo púbico y contienen varias glándulas que secretan sudor. El tejido de los labios mayores tiene una capa protectora de grasa que funciona como colchón al momento de la penetración.


  • Los labios menores que están entre los labios mayores varían en color, entre rosa y café. Se caracterizan por unas solapas muy delgadas, pero también es normal si son más gruesas y abultadas. En los bordes de los labios menores hay glándulas que tienen un aspecto granulado, ósea como si fueran pequeños granitos. La superficie interna es suave, lisa y húmeda.


  • En la base de los labios menores está el vestíbulo, el tejido que rodea la apertura de la vagina. El vestíbulo es húmedo y de color rosa, aunque a veces puede aparecer casi rojo. El clítoris se localiza en la parte superior de la vulva y tiene una capucha que se puede empujar hacia atrás para exponerlo.


Como lo mencioné arriba, es difícil que tu sola notes la diferencia, cualquier cambio de color o de textura granulada puede ser completamente normal, o puede indicar un problema grave. No lo dejes pasar, consulta con tu ginecólogo si notas alguna diferencia.


Flujo vaginal


  • Las secreciones vaginales vienen de diferentes lugares, como de las células que cubren las paredes vaginales, la mucosa del cérvix, o de los glándulas de Bartholin por nombrar algunos.

  • Las secreciones pueden ser normales y la cantidad varía con los cambios hormonales; varía con las etapas del ciclo menstrual. El exceso de flujo ocurre a la mitad del ciclo, ósea durante y un poco después de la ovulación.

  • El color también cambia con la menstruación, desde transparente, o un tono de blanco leche, hasta con un tinte amarilloso.

  • Si tomas anticonceptivos la cantidad de flujo no cambia en el curso del mes porque las pastillas estabilizan los niveles de estrógeno y progesterona en el cuerpo. Es importante aprender de nuestro propio cuerpo. Como la cantidad de flujo varía entre las mujeres, es un buen consejo estar familiarizada con la normalidad de tus secreciones.

  • El flujo vaginal es levemente ácido, lo que ayuda a proteger la vagina de infecciones. Es importante recordar que las secreciones normales no irritan, ni causan comezón, ni ardor. El flujo normal no huele a amoníaco ni a pescado.

  • Las secreciones anormales varían en cantidad y en apariencia. Estas pueden ser abundantes, tener un olor muy fuerte, un color como entre gris, amarillo y verde, o pueden contener sangre debido a una severa inflamación.


Olor


  • La vulva contiene una gran cantidad de glándulas sudorosas. El sudor es la causa del olor y permite que el calor se escape. El olor es normal, en los casos que sea inusualmente fuerte hay que tratarlo.

  • Las secreciones normales producen un olor diferente que cambia con el ciclo menstrual, pero no es fuerte.

  • Cada mujer tiene un aroma único.

  • Vaginitis o la inflación vaginal es la razón más común de un olor desagradable.

  • Con la Vaginosis Bacteriana (VB) hay un desequilibrio de las bacterias buenas de la vagina, ya que se elevan los niveles de ácido del pH en la vagina, lo que causa este olor a amoníaco o similar al pescado.

  • Algunas infecciones vaginales pueden ser inoloras, pero otras producen un olor amargo. Tricomoniasis también puede causar el olor a pescado.


Cambios con el embarazo y el parto


  • Durante el embarazo el flujo puede incrementar considerablemente, su consistencia es mucho más gruesa y puede tener un color azul-violeta.

  • Si la descarga es líquida se tiene que evaluar porque puede haber una posibilidad de que el cervix se haya debilitado, lo que resulta en una fuga de la bolsa de agua.

  • Algunas mujeres desarrollan venas varicosas en el área vulvar, y pueden ser bastante incómodas.

  • Con el parto natural el canal de la vagina se expande y la apertura vaginal cambia de apariencia después. Es completamente normal.

  • Con la episiotomía o el desgarre natural puede quedar una cicatriz en el suelo pélvico.

  • Durante el periodo de post-parto los niveles de estrógeno bajan, sobretodo en las mujeres que amamantan, lo que resulta en una disminución de lubricación vaginal.

  • Para proteger la vulva en las semanas después del parto se recomienda abstenerse a la relaciones sexuales por lo menos de cuatro a seis semanas.


Cambios con la menopausia


  • Durante la perimenopausia la resequedad vaginal es normal, así como la comezón, irritación y dolor con la penetración. Las infecciones vaginales y de vías urinarias también son comunes.

  • Debido a la carencia de estrógeno durante la menopausia, la piel se vuelve más delgada y seca. También los labios menores se encogen y la apertura vaginal se achica.

  • El tejido vaginal también se adelgaza y se seca, esto resulta que la penetración sea dolorosa e incómoda.

  • Con el tiempo, el flujo es mínimo o desparece, excepto en las mujeres que hacen terapia de replacement hormonal, en las que tiene sobrepeso, o que toman medicamentos como el tamoxifen.


Si identificas alguna anomalía es muy importante consultarlo con tu ginecólogo cuanto antes y evitar automedicarte.