Testimonio desde Querétaro

"Creo que somos compañeras del mismo dolor", palabras que leo de una mujer de Querétaro. Cuando me llegan historias de vulvodinia, aunque no las pueda ver a los ojos, percibo ese rayo de esperanza de que algún día su dolor se irá y todo volverá a la normalidad.

Llevo 4 años batallando con los síntomas de la vulvodinia, en mi caso el que más está presente es la comezón. Es esporádico, hay días en que puedo estar perfecta y sentirme bien, pero derrepente de la nada me dan ataques de comezón.


También me han dado miles de diagnósticos que sólo logran confundirme más. El penúltimo ginecólogo que vi tocó el tema de síndrome de vestibulitis vulvar, pero no me dio solución alguna. El último ginecólogo que vi, supuestamente uno de los mejores de Querétaro que me recomendaron, literal me dijo que no tengo nada. Todos mis resultados salen negativos y yo no siento ninguna mejoría.


Hoy estoy más triste que nunca, intenté salir a trotar para despejarme y de plano la comezón externa no me dejó avanzar. Me asusta que me dan calambres o la sensación de agujas en la pelvis y que no lo puedo controlar con nada. Creo que podría aprender a vivir con esto, pero el hecho de no tener un diagnóstico formal hace que siempre esté preocupada de que sea alguna infección que no se ha ido del todo o algo peor. Alguien que me de una respuesta, por favor.


Tengo miles de planes pero el dolor me limita. El hecho de tener una relación con alguien es algo que ni siquiera contemplo por miedo a no sentirme sana en el aspecto íntimo.


¡Gracias Pame por contestarme y por tu respuesta, es bueno encontrar este espacio de apoyo!

Pame Clynes