Testimonio desde Argentina

¡Hola! Soy Lourdes, tengo 30 años, vivo en Mendoza (Argentina), y mis síntomas de Vulvodinia comenzaron hace dos años atrás, cuando tenía relaciones sexuales. El primer diagnóstico que me dieron fue de una infección, supuestamente tenía un hongo. Al no mejorar con el tratamiento tradicional, me enviaron a hacerme ecografías y cultivos para descartar algún tipo de enfermedad de transmisión sexual. Cuatro veces realizaron los cultivos, dos veces dieron positivo a distintas ETS que NO tenía y tuve que hacer tratamientos innecesarios. Pedí cambiar de laboratorio porque la situación era desgastante; los resultados, los síntomas no coincidían, y cada vez los dolores eran peores. El primer y cuarto estudio que me hicieron, los resultados salieron negativos. La ginecóloga me dijo que desde su especialidad ya se había hecho todo lo posible y que debía ver a otro tipo de profesional.  Desde ese día consulté a siete médicos más: ginecólogos, infectólogos, dermatólogos, urólogos, etc. Todos me decían que no había ningún componente orgánico en mis síntomas, que probablemente debería ver a un psicólogo. Fui atendida por los “mejores” médicos en los “mejores” institutos  de la provincia y nadie tuvo la honestidad de reconocer sus limitaciones. Una reconocida dermatóloga llegó al límite de insinuar que quizás tenía tendencias homosexuales que estaría manifestando con mis síntomas.

La frustración y la falta de respuestas me llevó a buscar información por cualquier medio, necesitaba encontrar a alguien que le pasara lo mismo, sabía que algo estaba mal en mi cuerpo. Así llegué a la cuenta en Instagram @peacewithpain, leí todas sus publicaciones, describían a la perfección lo que sentía. Así que no dude en escribirle y Pame, la fundadora, me respondió de inmediato. Lo que me pasa tiene un nombre, es común y no estoy loca. 

Después de un año y medio, y gracias a saber lo que tenía, conocí a la Kinesióloga Cristina Pérez con quien hice terapia para el fortalecimiento del piso pélvico con biofeedback. Quien guía el tratamiento posterior y actual es la ginecóloga Dra. Claudia Perinetti. Hoy estoy en tratamiento, los dolores ya disminuyeron y ahora puedo volver a tener relaciones sexuales, ya que antes era prácticamente imposible.

Nunca me sentí tan sola. Mis amigos, familia y ex-pareja pensaban que exageraba y no entendían lo que me pasaba. Que exista este espacio para compartir nuestras experiencias es de gran apoyo para crear conciencia e informar sobre qué es el dolor crónico vulvar y pélvico. ¡Infinitas gracias Pame!