Logré honrar mi sexualidad gracias a la Yoga
Cuando era niña todo el tema de la sexualidad fue un misterio para mí. Fui en una escuela católica, y pues claro que no se hablaba de sexo por nada. En mi familia tampoco se hablaba abiertamente, sobre todo por la educación de mis abuelos. Sin duda, todo era un estigma. Me acuerdo perfecto desde chiquita las creencias que me inculcaron, con las cuales ya no me identifico hoy en día. “No te puedes tocar, no te puedes masturbar, tienes que llegar “virgen” al matrimonio”. Nunca me enseñaron nada de autoconocimiento. Me acuerdo que tenía 11 años cuando me bajó, y fue la primera vez que vi mi vulva en un espejo. Me dio mucha curiosidad, y a diferencia de la experiencia de otras mujeres, a mí me gustó mucho lo que vi. Mi reacción fue de ¡wow!, ¿qué es esto? (risas). Fue sorprendente para mí conocerme a mayor profundidad. Lo que marcó un momento muy especial, pues más grande entendí la diferencia de dejar de ser niña para convertirme en mujer. ¡De sentirme mujer!
Aunque no tuviera una vida sexual todavía, a mis 17 años empecé a leer más sobre sexo en general. Fui creciendo, y logré soltarme, romper con los tabúes sobre la sexualidad, y todo lo que tenía que ver con el machismo de la sociedad mexicana. Independientemente de mi religión o de las creencias familiares, al tener más conocimiento, pude ir borrando también esas inseguridades que nos cultivan a las mujeres (porque claramente no nacemos con ellas), y empecé a enamorarme de mi misma. Encontré mi esencia, lo que me gusta de mi cuerpo y lo que hago con él.
La vida solita me fue llevando al camino de Yoga, donde aprendí a honrar mi sexualidad, y a abrazarla. ¿Cómo lo hice? Haciendo un trabajo interno de meditación de varios años, el cual sigo practicando. Fue muy importante aprender a estar más consciente de lo que mi cuerpo me dice. Notar esos cambios como cuando estoy menstruando, cuando estoy ovulando, cuando siento un orgasmo, etc. Y, también conociendo sobre la energía del segundo Chakra. Este está asociado con las emociones, la creatividad, la sexualidad, la sanación… Con el tiempo aprendí a desbloquear la energía sexual que estaba contenida, para poder conectar mejor con mis parejas. Tengo muchas personas cercanas a mí que nunca han tenido un orgasmo, y que no sienten placer en su vida sexual. Lo que me hace cuestionarme sobre la falta de conexión con sus cuerpos, y la falta de sentir.
Hoy amo compartir mi sexualidad desde el amor. Soy consciente de mi energía creadora y creativa. Creo que la sexualidad se debe de honrar libremente y amorosamente como la energía que es, y la hermosa parte de nuestro ser.
#MujeresRompiendoEstigmas
Proyecto en colaboración con Ferox MX
Retrato por Quique Motte
Esta historia es de:
Mariana Sakar
35 años
Mexicana
Life coach, maestra de yoga y meditación.
Fundadora de @gratitutefestmx