Autoexploración: ¿has visto tu vulva en un espejo alguna vez?

Si nunca lo has hecho, te invito a que lo hagas hoy mismo. Es más, hagamos este ejercicio juntas. ¿Estás lista?

Primero que nada no te asustes. Este es un ejercicio muy personal, y a lo mejor te puede parecer incómodo al principio . Si ese es el caso, te recomiendo que simplemente agarres un espejo y observes el área vulvar, sin tocarlas, hasta que te sientas cómoda y te acostumbres a lo que estás viendo. Recuerda que nunca hagas nada que te haga sentirte incómoda, pero no olvides que el cuerpo es normal, es natural, y no tiene nada de malo explorarlo.

Si ya estás listas para hacer un ejercicio un poco más avanzado, vas a necesitar unas almohadas para recargarte y un espejo grande. Si tienes pareja, te pueden ayudar a hacer el ejercicio también.

Pasos de autoexploración

  1. Sin calzones recarga tu espalda en las almohadas y ponte cómoda. Dobla tus piernas a las rodillas.

  2. Deja que tus rodillas caigan a los lados, exponiendo el área vulvar.

  3. Si alguien más te está ayudando pídele que detenga el espejo, si no no te preocupes, lo puedes agarrar con una mano, y con la otra usar tus dedos para tocar y explorar lentamente.

  4. Hazlo pausado, no hay prisa. Hazlo con calma y con gentileza.

  5. Ve nombrando las partes que estás tocando. Clítoris, labios, uretra, vagina… Si no conoces las partes, puedes buscar la anatomía de la vulva en Internet. Conócela, ubica en donde están localizadas las partes que la conforman. Involucra a tu pareja en este paso, para que también aprenda de tu cuerpo.

  6. Si tienes vulvodinia como yo, ubica al tocarte, con cariño y gentileza, donde te duele, donde sientes ardor o cualquier de los síntomas. Si tienes pareja, enséñale dónde se encuentra tu dolor. Así cuando vayas al ginecólogo, le puedas indicar los puntos exactos donde se localiza el dolor.

Lo que NO debes de hacer:

  • Asustarte

  • Pensar o creer que tu vulva es horrible

  • Sentir pena hacia tu cuerpo

  • Sentir pena que tu pareja conozca esa parte de tu cuerpo

No hay ninguna razón para sentir vergüenza hacia nuestros genitales. ¡No lo olvides!