¿Cómo sé si tengo disfunción de piso pélvico?
A veces sientes espasmos, a veces sientes presión, a veces dolor. A momentos es tan intenso que no puedes tolerar que alguien te toque, y no puedes ni pensar en tener relaciones sexuales. Aunque la vulva, o la vagina, no sean la fuente principal del dolor, también lo sientes ahí. También hay casos de mujeres que mencionan dolor y calambres en los músculos alrededor del ano, así como presión en la uretra y en la base de la vejiga, logrando que constantemente vayas al baño. El dolor va aumentando durante el día y empeora durante las noches. Cuando vas al doctor lo único que te dicen es que te relajes, o que tu problema tiene que ver con estrés y ansiedad alrededor del sexo. Te lo han dicho tantas veces que empiezas a cuestionar si realmente el problema es emocional.
Primero que nada, que sepas que tú dolor no está en tu cabeza
lo que tienes es un desorden que se llama disfunción de piso pélvico: una condición que afecta los músculos que soportan toda la región pélvica. Como es una área del cuerpo que no se puede ver, raramente se aprecia por la medicina moderna. La buena noticia es que sí existen especialistas de la salud que reconocen el papel que juega el piso pélvico en nuestra anatomía, sus funciones fisiológicas y experiencia sexual. La mala noticia es que el proceso de tratamiento es largo, es un compromiso (y reto) que puede durar el resto de tu vida. Hay que invertir tiempo, por lo que se requiere tener paciencia.
¿CuÁles son las causas?
La disfunción de piso pélvico es causada por muchos factores, y cada uno de estos puede desencadenar a otros problemas. Es importante saber que cualquier cosa que genere un desequilibrio en los músculos y en la fascia del piso pélvico crea dolor con la penetración.
Tendencias congénitas o hereditarias de tensión muscular
Tamaño de la pelvis (chica o corta)
Condiciones neurológicas que afecta el tono muscular
Problemas ortopédicos (displasia de cadera)
Lesiones en el piso pélvico que normalmente ocurren con el parto vaginal
Lesiones de espalda que hacen que el piso pélvico haga el trabajo por la falta de fuerza en la espalda
Lesiones de coxis y el hueso púbico
Tensión repetitiva por ejercicio y deporte que requieren que el piso pélvico esté contraído por largos periodos (ejercicios de alto impacto)
Endometriosis
Vulvodinia y desórdenes vulvovaginales
Síndrome de intestino irritable, lo que en inglés se conoce como IBS
Condiciones autoinmunes que afectan el funcionamiento normal de los músculos del piso pélvico
Fibromialgia
“Aunque ya hay avances en investigación y un mejor entendimiento en los problemas de piso pélvico, todavía falta mucho que conocer”, mencionan Deborah Cody y Nancy Fish, doctoras y autoras del libro Healing Painful Sex.
¿Cuáles son los síntomas?
Espasmos musculares y sensaciones de dolor, ardor, y presión en el área genital. Normalmente se acentúa con estar sentada/presionando el área por períodos largos de tiempo.
Dolor en el vestíbulo vaginal (la entrada de la vagina), o en el canal de la vagina, durante o después de la penetración con las relaciones sexuales.
Calambres o dolor punzante cuando se toca o presiona la región pélvica.
Dolor que empeora a lo largo del día, y que aumenta en las noches.
¿Cuáles son los tratamientos?
Entre más rápido puedas empezar tratamiento, mejor. Lo que comúnmente recomiendan especialistas y fisioterapeutas de piso pélvico es hacer:
Fisioterapia de piso pélvico. Lee más sobre esta terapia.
Terapia con dilatadores vaginales
Relajantes musculares, orales u/o tópicos
Medicamentos anti-inflamatorios
Cambios en la alimentación
Reposo y dormir
Baños calientes
Hacer yoga/pilates
Usar ropa cómoda
La realidad es que la disfunción de piso pélvico comúnmente se diagnostica mal, y por ende no se sabe tratar. El primer paso, lo básico, es recibir un buen examen médico. Busca especialistas en fisioterapia que estén abiertas a trabajar en equipo junto con tu ginecóloga. Clínicas, como Centro Sacre en la Ciudad de México, atienden pacientes con desórdenes vulvovaginales.
¡Te deseo un camino con mucha luz hacia la recuperación! Recuerda que la información es poder. Se vale abogar por tu salud. No te quedes callada y busca la ayuda que mereces.
Con cariño,
Pame
Esta publicación, así como todo el contenido en este espacio, es completamente informativo, es decir, no tiene la intención de sustituir atención médica. Este espacio no ofrece asesoramiento médico personal. Las acciones médicas son responsabilidad de cada quien.