¿Por qué yo no sigo la dieta baja en oxalatos?

A la mayoría de las mujeres que padecemos de vulvodinia nos han recomendado seguir una dieta baja en oxalatos. Los oxalatos son moléculas o compuestos naturales que se encuentran en la mayoría de los alimentos de origen vegetal, como la soya, la espinaca, la fruta, y el chocolate. Éstos inhiben la absorción del calcio. Primera razón por la que yo no sigo esta dieta, porque soy adicta al chocolate y mi cuerpo me lo pide, punto. La segunda razón por la que no la sigo es porque no hay alguna indicación científica que nos diga que esta dieta y la vulvodinia se relacionan.

En 1997, se hizo un estudio que evaluó a mujeres con vulvodinia que siguieron esta dieta y sólo el 10% indicó un cambio. Tiempo después, en otro estudio, no se encontró ningún diferencia entre las mujeres que hicieron la dieta baja en oxalato, de las que no. De hecho, el estudio más grande que se ha hecho ha sido en Boston. Fue publicado en el 2008, donde evaluaron a 242 mujeres con vulvodinia, y 242 mujeres sin vulvodinia. No se encontró nada que indicara que los alimentos altos en oxalato aumentan el dolor vulvar, o que desarrollen la vulvodinia en las mujeres.

“Mejor preocúpate de la cantidad de grasa, sodio y azúcar en tu dieta. No en los oxalatos”, como lo menciona el Dr. Andrew Goldstein, ginecólogo y director del centro de desórdenes vulvovaginales en Nueva York. Mi ginecólogo de Monterrey, el doctor José Tirán Saucedo comparte lo mismo.

La verdad es que a mí me encanta comer, y de por sí con este padecimiento he tenido que hacer muchos cambios y sacrificios para sanar, la comida no va a ser algo que me voy a privar. Claro, que creo que en una alimentación sana y nutritiva. Pero, soy anti-modas, anti-cleanses. Como de todo, y lo disfruto, siempre con equilibrio y moderación. Lo único que yo sí evito es el café. Es lo único que he notado en estos seis años, en cuanto a alimentación, que me aumenta el dolor.

Ojo

Esto no quiere decir que porque yo no sigo esta dieta, nadie la tiene que hacer. Lo primero que se aprende cuando uno padece de algún tipo de dolor crónico, es que hagas lo que te funciona a ti. Si la dieta te ayuda a disminuir el dolor, por favor continúala haciendo.