Botox: no sólo es de uso cosmético, también es tratamiento para el dolor

¿Algún médico te ha hablado sobre las inyecciones de Botox como tratamiento para la disfunción de piso pélvico? El Botox no sólo es de uso cosmético, también se utiliza por los expertos para tratar cualquier desordenes vulvovaginales y de piso pélvico. Así, como también lo utilizan para tratar tensión muscular en el cuello, dolores de cabeza, tensión en la vejiga, y para cualquier tipo de dificultad urinaria, hasta para el exceso de sudor.

La disfunción de piso pélvico es común en las mujeres, y la mayoría de las veces es asociada con otras condiciones genitales como la vulvodinia, la dispareunia (dolor sexual), el vaginismo, el dolor neuropático, problemas dermatológicos, y el trauma. En otros casos, existe por sí misma. El síntoma principal es el dolor con la penetración vaginal. Algunas mujeres lo describen como si hubiera una pared que bloquea la entrada del pene. Y las que sí logran pasar ese obstáculo, el dolor sigue siendo protagonista. Otros síntomas incluyen incomodidad y tensión en la pelvis, así como dificultad para hacer popó.

Botulinum toxin: término médico

¿Cuáles son los tres beneficios importantes del Botox para el piso pélvico?

  • Es altamente efectivo

  • Trabaja rápido

  • Tiene un porcentaje de respuesta entre 80-90%, hasta más.

¿Cuál es la técnica?

  1. El médico proporciona anestesia tópica y se aplica al final de la pared vaginal para poder dormir el área.

  2. El efecto tarda entre 10 y 15 minutos. Posterior a eso, el doctor tiene que sentir con sus dedos la musculatura que se encuentra en constante tensión, y así saber la cantidad de Botox que se necesita, y la locación precisa.

  3. Normalmente se usan entre 60 y 120 unidades. La más común es de 90 unidades.

  4. Las inyecciones se ponen en fila, haciendo una figura en forma de arco, entre 0.5cm de la parte trasera de la pared vaginal.

  5. El procedimiento de las inyecciones dura aproximadamente 10 minutos.

Es importante saber que NO cualquiera puede poner las inyecciones. Un médico especialista en desórdenes vulvovaginales es quien sabe usar esta técnica.

¿Qué se espera?

El efecto del Botox actúa de 3 a 6 meses.

Yo he hecho este tratamiento tres veces desde que me diagnosticaron con vulvodinia y disfunción de piso pélvico, y me ha funcionado bastante bien. Recuerda que todas las personas somos diferentes y respondemos de diferente manera a cada tratamiento. Y si te estás preguntando si duele, la respuesta es sí.

Para retomar la vida sexual

Después del tratamiento es indispensable esperar 48 horas para poder tener relaciones sexuales. Es normal si todavía sigues sintiendo un poco de miedo a la hora de retomar cualquier actividad sexual. Después de años de experimentar dolor sexual, es natural estar un poco aprehensiva. Empieza otra vez despacio y lento, dale lugar al “foreplay”, y usa mucho lubricante. No te decepciones si este comienzo no fue como lo esperabas. A veces toma tiempo regresar al ritmo de antes.

Posibles complicaciones

El Botox no está aprovado por el FDA. Cada paciente debe estar consciente de esto. De todos modos, las complicaciones de este tratamiento no son frecuentes. La paciente puede llegar a sentir incomodidad o dolor en la zona por un día. Puede pasar que los músculos se debiliten o aflojen de más, lo que causa incontinencia. Puede también existir un leve sangrado por unos días. Como cualquier tipo de inyección, hay riesgo en contraer infecciones. Todos estos eventos son raros que sucedan, y además son reversibles.