Mis orgasmos son válidos
"Tus orgasmos son de chocolate", me dijo una vez un ex novio. Como cuando nos referimos a que algo no cuenta, que “es de mentiritas”. Entre risas me lo decía porque mis orgasmos no vienen de la penetración vaginal, pues soy una del 95% de la población femenina que no puede tener un orgasmo sin la estimulación del clítoris, y cuando un pene entra y sale por la vagina, las posibilidades de que éste llegue a estimular el clítoris son escasas. Si eres hombre heterosexual y estás leyendo esto, que sepas que no es tu culpa que una mujer no tenga un orgasmo con la penetración. No tiene absolutamente nada que ver contigo, ni con tu tamaño, ni con tu experiencia sexual. El orgasmo es de quien lo trabaja. Borra de tu cabeza el mito de que tú eres el responsable del orgasmo de la mujer. Tampoco es culpa de nosotras. Simplemente es una función biológica. El clítoris contiene miles de terminaciones nerviosas (el doble de las de un pene), y la mayoría de las mujeres tenemos estas terminaciones concentradas en el capuchón del clítoris, ósea en la cabeza del clítoris que está afuera de la vagina, por lo que si no hay estimulación ahí, no hay orgasmo. ¡Así de sencillo!
Si esto no fuera verdad, no existiría la enorme demanda de vibradores, masajeadores, accesorios y juguetes sexuales específicamente diseñados para estimular el clítoris. Si los penes nacieran con orejitas que alcanzan a tocarlo todo sería más fácil, pero como no vivimos en una utopía tenemos que cambiar la forma heteronormativa de pensar, esa que nos dice que el sexo es puramente penetración pena-vagina.
Los "orgasmos vaginales" son una teoría errónea de Freud, y por más padre del psicoanálisis que haya sido, la verdad es que la cagó terriblemente con el clítoris. Creo fielmente que le dimos envidia cuando descubrió que sólo nosotras tenemos un órgano que su única función es el placer, y su ego no lo pudo soportar. Él sabía perfectamente que el clítoris es el centro del orgasmo femenino, aún así mintió con lo que justamente seguimos batallando las mujeres hoy en día. La idea de que hay algo que no funciona bien si no tenemos un orgasmo con la penetración ha causado mucho daño, y por eso las mujeres fingimos placer.
En sus propias palabras, Freud dijo que cuando una niña llega a la pubertad, el clítoris tiene el deber de entregar toda su sensibilidad e importancia a la vagina. Y de aquí el discurso de que las mujeres adultas que no podían tener un orgasmo con la penetración vaginal eran defectuosas. Los declaraba “orgasmos infantiles”. Cuando aprendí esto entendí perfectamente de donde venían los comentarios de mi ex, que además estudió psicología. Esto fue lo que él literal aprendió en la universidad.
Lo peor de esta historia fue que le creí, y estuve mucho años batallando con conseguir los famosos “orgasmos vaginales”. Somos muchas las mujeres que creemos que estamos mal, que somos “anormales”, “malas en la cama”… Me acuerdo de llorar tantas veces, que ahorita que lo pienso ya me da risa. Pero, si estuve mucho tiempo creyendo que era mi culpa, que yo era la del problema. Sufriendo con complejos internos y cuestionando mi valor como mujer. Ese vil comentario me hizo sentir que no valía y que no era "buena para el sexo".
Hoy, tanto él como yo, reconocemos que el problema fue su ignorancia combinada con su ego, combinado con tintes machistas. Un orgasmo es un orgasmo, qué mas da cómo lo consigas, si lo que importa es que lo disfrutes.
Mis orgasmos no son “de chocolate”. Tienen el mismo valor que cualquier orgasmo.
Con cariño,
Pame