Testimonio de CDMX

Hace cinco años que tengo dolor en la vulva y la vagina, sobretodo al tener sexo. He gastado en ginecólogos, tratamientos innecesarios, miles de estudios, además de tener un desgaste emocional y la frustración por la indiferencia médica, EL DOLOR SIGUE AHÍ.

Aunque me cuesta muchísimo hablar de esto y publicarlo, encontré el Instagram de Pame Clynes y su proyecto @peacewithpain, y cuando leí su historia sentí paz y acompañamiento. Todavía no estoy diagnosticada con vulvodinia, pero me identifico con los síntomas: ardor, dolor, inflamación, palpitaciones en el área vulvar. Sobretodo, la dificultad para tener relaciones sexuales con penetración. Por esta razón estoy haciendo una terapia de la mano del Centro Luperca, fisioterapia de piso pélvico y con la ayuda de mi esposo aprendiendo a hacer masajes de suelo pélvico, y probando también los dilatadores vaginales.

Es sumamente importante concientizar la vulvodinia o cualquier disfunción vulvovaginal. Pienso en todas las mujeres con este padecimiento y quiero abrazarlas.